El Kínder Waldorf provee de un ambiente cálido y hogareño para que el niño/a desarrolle sus habilidades físicas y sociales. Una de las principales funciones del maestro/a de jardín de infancia es conducir al niño/a a un juego que le ayude a relacionarse con el mundo en forma creativa.
Tenemos un ritmo diario, un ritmo semanal, un ritmo estacional, donde vamos avanzando a través de las épocas preparando una fiesta y concluimos con la celebración de la misma (Pascua, fiesta de la cosecha, solsticio de invierno o fiesta de la luz que Coincide con el año nuevo mapuche, fiesta de la primavera, Micael, Navidad).
Nuestros juguetes son simples y están hechos de materiales nobles como son la madera, la lana, el algodón o la seda entre otros. Son juguetes especialmente pensados para desarrollar la imaginación y creatividad del niño/a.
Palabras importantes en el kínder son: Ritmo, movimiento, juego libre, alimentación, imitación, labores con sentido, arte, cuentos, veneración, mundo imaginativo, limites, contención, respeto, festividades, rondas, gestos , autonomía y calor.
Actividades en la rutina diaria
Las actividades se organizan armónicamente durante la jornada de manera que haya una alternancia entre los momentos de expansión y de concentración, como si de una respiración se tratara. Realizamos en el aula actividades de diferente naturaleza: lúdicas, prácticas, manuales y artísticas.
La preparación de la comida diaria
Cada mañana las maestras junto a niños y niñas preparan la comida, pican verduras y frutas que más tarde comerán, juntos en la gran mesa. Los objetivos de esta vivencia son desarrollar la voluntad, colaboración y la veneración por los alimentos. Por otro lado, busca coordinar con precisión y eficiencia sus habilidades psicomotrices finas.
Juego libre en el aula
En este momento se dispone la sala de cada kínder, para la cual se ha hecho una amorosa y exigente selección de recursos y el mobiliario para el juego y aprendizaje, cumpliendo con criterios de confección con materiales nobles (elementos de madera, telas, muñecas de tela, etc.) seguridad y desafío exploratorio. Es a través de este juego que experimentan texturas, formas, colores; cuantifican, ordenan y clasifican, pudiendo a su vez probar, reiterar, enfrentar y resolver nuevas formas de movimiento, contribuyendo no tan solo a los componentes motrices, sino conjuntamente a otras capacidades relacionadas con la autonomía, el lenguaje, el pensamiento lógico matemático y también la creatividad, como se mencionó en el apartado anterior.
Es aquí donde vemos llegar cálidas gasas de telas construidas por ellos/as mismos/as, donde todos y todas pueden jugar; construcciones con bloques y piezas de madera, nacen cocineros y cocineras que preparan ricas comidas para compartir; llegan príncipes, reinas y cualquier personaje que quiera llegar a crear una gran historia. Infinitos juegos llegan a este espacio que se abre para crear. Para finalizar este gran momento se recogen los juguetes, y todos los niños y niñas participan para poner en orden la sala, llevando cada juguete a su lugar. Jugar y recoger forman parte del mismo proceso. El juego reproduce la laboriosidad del adulto, imitándola y manifestándola con fantasía e individualidad.
Autocuidado y limpieza diaria
Cada día niños y niñas en la zapatería se visten y desvisten, guardan sus cosas en las mochilas y toman de ellas lo que necesiten. Dentro de la sala se ponen sus pantuflas, lavan sus manos y dientes. Todas las actividades promueven la autonomía en su hacer, alimentan su voluntad y les invitan a apreciar sus características corporales, manifestando interés y cuidado por su bienestar y apariencia personal.
Las actividades artísticas
Cada día de la semana realizamos una actividad artística diferente (pintura con crayolas de cera, pintura con acuarela, tejido) Esto a fin de desarrollar y despertar en ellos la creatividad e imaginación, ver su estado anímico-espiritual, desarrollar la voluntad y la coordinación psicomotriz.
Las actividades manuales
A través de la imitación el niño se une a estas actividades que generalmente son motivadas por las fiestas estacionales: en otoño hacemos faroles, en navidad posa velas, velas de cera, bellas tarjetas o adornos para el árbol en pascua pintamos huevos, en primavera hacemos mariposas. Esta participación es fundamental para que niños y niñas entren gradual y anímicamente a la época o estación que se recibe y celebra.
La ronda: Canciones, versos, rimas, juegos de dedos
Es un momento en que nos tomamos de las manos, para mirarnos, cantar y con alegría comenzar el día. Cada estación del año trae consigo rimas y canciones alegóricas a la misma, de este modo niños y niñas se interconectan con aquello que sucede en el exterior, en la naturaleza y se va situando en el tiempo y espacio.
Las rimas con movimiento combinan movimientos de manos y sonidos que ayudan a niños y niñas a madurar su cerebro, activando su memoria, mejorando la atención, activando el lenguaje y la coordinación, facilitando la conciencia y mapa corporal. Les invita a la calma o activación de su energía, aporta alegría y bienestar y les ayuda a establecer vínculos afectivos.
El juego en el exterior
El jardín es para los niños y las niñas un lugar maravilloso para jugar, donde cada rinconcito es gratamente apreciado: los columpios, el arenero, los árboles para esconderse y trepar, las tablas para construir y hacer equilibrios. El juego al aire libre les permite el contacto con los elementos de la naturaleza, la tierra, el agua, el aire, la luz y la vida (¡cuántas plantas, bichitos y pájaros tienen aquí su casa!) y en el amplio espacio pueden moverse en libertad, trepar, correr, saltar y desarrollar sus destrezas motrices. Este espacio y tiempo serán fundamentales para la conciencia progresiva del propio cuerpo y sus potenciales.
La caminata
Cada día nos reunimos para salir a explorar el mundo, recorrer nuestros bosques, lago, riachuelos y todo espacio vivo que nos rodea. Niños y niñas se asombran de sus descubrimientos, se mueven y vivencian su propio cuerpo con gran libertad y bajo el permanente cuidado y acompañamiento de sus maestras.
A través de corporalidad y movimiento, se espera potenciar en las niñas y los niños, habilidades, actitudes y conocimientos que le permitan reconocer y apreciar sus atributos corporales, descubrir sus posibilidades motrices, adquirir una progresiva autonomía para desplazarse y moverse, y que contribuyan a expandir sus procesos de pensamiento, satisfacer sus intereses de exploración, fortalecer su identidad, resolver problemas prácticos y expresar su creatividad. De esta manera, ampliarán sus recursos para actuar en el entorno, desarrollando un sentido de autonomía, bienestar, confianza y seguridad.
La hora del cuento
Al final de la mañana llega el momento del cuento, espacio que se impregna de solemnidad (sacralidad)) al momento de prender la vela y abrir el portal hacía la fantasía. Según las edades, narramos a los niños y niñas cuentos de hadas tradicionales y cuentos populares relacionados con las diferentes épocas del año. Un mismo cuento se repetirá durante varios días, al inicio solo de manera oral y luego podría ser representado en forma de teatrillo de mesa o actuado por los niños y niñas más grandes del Jardín. A través de la narración, niños y niñas aprenden a escuchar, paulatinamente van aumentando los tiempos de atención, enriquecen su lenguaje y desarrollan su imaginación a través del bello viaje que realizan con cada narración. Además, los cuentos les mostrarán personajes arquetípicos que traen consigo la belleza, la fuerza, la alegría, etc.
Ambientación de la sala
Nuestras salas en cada época viven hermosas transformaciones, poco a poco van llegando los colores y elementos que sugieren las transformaciones en la naturaleza con cada nueva estación. El cielo de la sala cambia su color representando el clima de la estación, a la Mesa de Estación llegan también indicios de la estación como pajaritos en primavera, ramas desnudas en otoño, personajes de fieltro.
Es así como niños y niñas vivencian el ánimo de cada época, con asombro reciben los cambios y sin darse cuenta ya identifican hechos concretos o elementos estacionales.
Una continuación del Hogar……Una prolongación de la Infancia….. |